Clonación o cambio de tarjetas y robo de clave o de información de cuentas son modalidades de fraude más comunes entre clientes de banca. El 31% actualiza antivirus de su computadora.
Ser víctima de un robo o fraude financiero es una preocupación frecuente de los clientes de entidades financieras.
Javier Álvarez, trends senior director de Ipsos Perú, señaló que en los últimos años han aumentado las noticias en la prensa que dan cuenta de robos de información (claves), de clonaciones de tarjetas y de otros fraudes vinculados a productos financieros, lo cual no ayuda a generar confianza en el sector.
A la fecha, es 6.6 millones el tamaño de la población de zonas urbanas de entre 18 y 70 años que está bancarizada, según un estudio de Ipsos. “Se trata de personas que tienen la condición de ser clientes de bancos, financieras o cajas”, precisó Álvarez.
Al 70% de estos peruanos les preocupa mucho ser víctimas de fraudes, según la encuesta realizada este año por Ipsos.
Asimismo, el 6% reconoció haber sufrido ya algún tipo de fraude o robo financiero.
“Parece poco, pero el 6% de 6.6 millones de habitantes bancarizados son unas 400,000 personas”, estimó Álvarez durante la “I Semana Integral de la Gestión del Riesgo 2019”, organizada por Asbanc.
La clonación de tarjetas en establecimientos, el robo de clave o de información de cuentas ya sea al hacerse pasar por una entidad financiera o mediante la observación al momento de hacer operaciones, y el cambio de tarjeta en cajeros automáticos, son las modalidades más mencionadas por los afectados.
El 25% de los bancarizados perdió alguna vez su tarjeta de crédito o débito y al 11% se la robaron. En estas situaciones, el 96% de los clientes realizó el bloqueo de sus plásticos, refiere el estudio.
“El 78% lo hizo inmediatamente, 17% se comunicó días después y para un 10% fue el banco el que se comunicó e hizo el bloqueo”, refirió Álvarez.
Solo el 31% de los encuestados había actualizado el software antivirus en su computadora en el último año. “Eso es grave, porque todo el mundo debería hacerlo. Lo que pasa es que hay que pagar y ahí la gente duda”, dijo.
Según el estudio, el 64% de los bancarizados tiene correo electrónico. De ellos, el 77% usa claves complejas, pero el 38% no las cambia en el tiempo.
Ante comunicaciones sospechosas, el 57% verifica primero con su banco si el correo es real, aunque el 7% sí hace clic inmediatamente en el enlace que le envían.
Álvarez resaltó que si bien hay preocupación por los fraudes falta acción entre los clientes bancarios. Si las medidas de prevención tienen un costo entonces no suelen tomarlas.